Para este pasado 8 de Marzo, conocido como el Día Internacional de la Mujer, el equipo de SimpleNeuro decidió conmemorar este día desafiando muchas cosas. Subimos imágenes a nuestra página de Instagram en las que hablamos sobre algunos temas que debemos desafiar. Aquí hay un resumen:
Katrina decidió hablar sobre la cultura en la que las mujeres, especialmente las mujeres de color, se sienten inseguras en espacios al aire libre. Desde el acoso callejero por comentarios no deseados hasta la agresión sexual, estas cosas les suceden a las mujeres todos los días. Su prevalencia es altamente preocupante, llegando hasta el 44% de las mujeres en Alemania y hasta el 60% en México y otros países de América.
Marina eligió desafiar la injusticia de género en el campo académico e incluso propuso una estrategia maravillosa para hacerlo: empoderar a las mujeres. Este problema viene formándose desde hace décadas, en las que las que se creía que las mujeres éramos biológicamente inferiores y, por lo tanto, no inteligentes. Al menos no tan inteligentes como un hombre. Se pensaba que éramos una criatura dulce cuyo propósito principal en la vida era crear vida y cuidar de ella. Ahora, gracias a mujeres increíbles que lucharon por nuestros derechos y continúan haciéndolo, somos una parte importante del campo científico y académico, pero aún queda mucho trabajo por hacer. La educación es lo que nos trajo hasta aquí, y más educación es lo que nos llevará aún más lejos.
Francesca nos desafió a nosotras mismas a no renunciar a nuestras metas y sueños y a levantar la voz cuando veamos desigualdades. Todas hemos estado en esa situación, en la que estamos siendo testigos de una injusticia, o de una situación sesgada hacia nosotras u otra mujer. Todas conocemos el sentimiento de impotencia, el miedo y el dilema de: ¿Levanto la voz por nosotras (sabiendo que nos hará parecer -inserte cualquier adjetivo usado contra una mujer fuerte: emocional, quejumbrosa, frívola, sensible, arrogante, histérica, etc)? O, ¿simplemente lo dejo pasar como me han enseñado desde que era chiquita? Una es mucho más fácil que la otra, pero sólo una opción tiene la posibilidad de cambiar este mundo para bien.
Agnese nos recordó que llegamos aquí debido a la capacidad de superar obstáculos que tuvieron nuestras hermanas, madres y abuelas. Ella eligió desafiar esos obstáculos, que en la situación del mundo actual se le denomina brecha de género. Estas diferencias entre mujeres y hombres se reflejan en muchos entornos como el social, político, intelectual, cultural y económico. Se trata de salarios, oportunidades, participación de las mujeres en política y mucho más.
Petra decidió desafiar los estereotipos de género en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). Se ha reportado (y probablemente todos tengamos alguna evidencia anecdótica) que las matemáticas y las ciencias son percibidas como trayectorias profesionales masculinas y esto afecta a las mujeres desde muy temprano, a veces cerrándose el acceso a oportunidades. La sociedad nos hace creer que no somos lo suficientemente buenas o que simplemente no somos capaces, a base de suposiciones y generalizaciones que otras personas han hecho sobre las mujeres durante siglos. A nivel mundial, menos del 29% de los empleados en investigación científica son mujeres. Es que incluso si no eres feminista, la exclusión de las muejres en estos campos sólo reduce el numero de mano y cerebros involucrados, limitando así los avances en cada uno de estos campos.
Por último, yo decidí hablar sobre los prejuicios de género y la misoginia en el lugar de trabajo. Me resulta complicado hablar de este tema, ya que trabajo en un país de primer mundo, en un grupo muy internacional, liderado por una mujer muy exitosa, pero aún así, la misoginia, los prejuicios de género y el sexismo sistémico están en todas partes. A veces invisible para la mayoría de nosotros porque está increíblemente bien escondido en nuestras conexiones cerebrales. Todos fuimos criados en un mundo misógino y el desafío es cambiar eso poco a poco, donde el primer paso es plantear nuestras preocupaciones ante las personas en el poder y dar voz y confianza a otras mujeres que pudieran estar sintiendo lo mismo que nosotras.
Del desafío surge el cambio. Del cambio surge la igualdad. Elijamos desafiar.